HERMANOS CASTAÑO

Un lugar privilegiado para el proceso de curación de jamones con linaje. En el pintoresco municipio de Cumbres Mayores, elevándose a 911 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el origen de una de las marcas más emblemáticas de jamón Bellota 100% Ibérico: Tartessos. Este lugar, dotado de un microclima único gracias a su privilegiada altitud en la Sierra de Aracena, ha sido cuna de la tradición ibérica, permitiendo la creación de productos amparados por la D.O.P. Denominación de Origen Protegida Jabugo, sinónimo de calidad suprema y sabor inigualable.

Ibéricos con tradición. La historia de Tartessos y la familia Castaño se entrelaza con la de Cumbres Mayores, un enclave históricamente vinculado al cerdo ibérico y sus dehesas. Todo comenzó en la década de 1880 cuando Dionisio Castaño Fernández, bisabuelo de la actual generación, puso en marcha lo que sería el inicio de una larga tradición en la elaboración de productos ibéricos de excelencia.

Con el paso de los años y bajo el mando de sucesivas generaciones, Tartessos ha experimentado un crecimiento y una evolución significativos. La visión y el esfuerzo de Dionisio al expandir su negocio por Huelva y alrededores durante los años 1890 marcaron el inicio de una expansión que, con el tiempo, transformaría la empresa en un referente de la industria ibérica.

La década de los 50 supuso un hito importante, con la expansión de los productos Tartessos más allá de las fronteras locales, gracias a la perseverancia de don Eulogio, quien recorrió España para dar a conocer la calidad y el sabor único de sus jamones. Esta tradición de excelencia continúa hoy en día, con los jamones Tartessos siendo una presencia distinguida en los mejores mesones y restaurantes del país.

Tradición e innovación de la mano. Actualmente, Hermanos Castaño Fernández S.A. se enorgullece de contar con algunas de las instalaciones más modernas del sector en la provincia de Huelva. La empresa familiar, ahora en manos de hermanos y sobrinos, sigue comprometida con la innovación sin olvidar la tradición que ha definido su identidad desde hace más de un siglo.

La sabiduría heredada a lo largo de los años, combinada con los recursos naturales que la sierra ofrece, ha permitido que los jamones de Tartessos se salguen, sequen y maduren siguiendo métodos tradicionales, alcanzando un período de curación de hasta cuatro años. Este meticuloso proceso garantiza que cada pieza conserva el sabor, la textura y la calidad que solo el tiempo y el cuidado pueden conferir.